Decir que el Partido Acción Nacional (PAN) perdió la alcaldía de Mérida por "los excesos del PRI y el gobierno del Estado" es una farsa y pretende maquillar el fracaso al que llevaron al partido una camarilla de gente que solamente actuó con soberbia y que generó aguda división, aseguró el diputado panista Julio Garrido Rojas y dijo que sí así fuera, entonces no hubieran ganado municipios como Tizimín y Peto, en donde Acción Nacional venció al PRI porque ellos "se pusieron de acuerdo, se unieron y trabajaron en conjunto".
Es literalmente evadir la responsabilidad, culpando a la gobernadora, al PRI… cuando que el gran responsable se llama Patricio Patrón Laviada.
En una entrevista, el diputado Garrido, quien en vano trató siempre de hallar espacios para la corriente que representa, invariablemente bloqueada por el grupo patricista, añadió que también forman parte de los responsables de la derrota panista la dirigente Magaly Cruz Nucamendi, por supuesto, la candidata Beatriz Zavala y el presidente nacional del PAN, César Nava.
Por cierto, dijo que “es una vergüenza para el panismo que ande pidiendo voto por voto y casilla por casilla" cuando que siendo secretario particular de Felipe Calderón, descalificó ese tipo de solicitudes. "César Nava (dirigente nacional del PAN) es una "caricatura mal hecha de Andrés Manuel López Obrador, ex candidato presidencial del PRD", precisó.
Señaló que la derrota panista en Mérida es lamentable pero es real porque el "PRI no se sí se unió pero al menos se puso de acuerdo" y los panistas se quedaron divididos y en sus casas y no salieron a votar. Por eso solamente votó el 55 por ciento porque Mérida, tradicionalmente había registrado votaciones del 70 por ciento y ahora pues no, simplemente "los panistas dijeron basta y no salieron" aseguró.
Recordó que no hay justificación a la "elección de Estado" ni a los dinosaurios, porque el PAN en el 2001 se enfrentó a Víctor Cervera Pacheco (ex gobernador de Yucatán por el PRI) considerado como un "dinosaurio" y le venció y luego con Manuel Fuentes se le ganó la alcaldía de Mérida en el 2004 por una diferencia de 14 mil votos (igual que ahora ganó el PRI a Beatriz Zavala) y aún así se pudo, pero en ese tiempo había unidad panista, "no agandalle" de un grupo.
Garrido Rojas dijo que le queda claro que el PAN perdió la alcaldía por sus fracturas y se andan escudando en una supuesta elección de Estado para justificar su fracaso como partido y como operadores políticos.
Señaló que es lamentable que César Nava se preste al espectáculo de alterar a la sociedad y gritar que fue un robo o un fraude cuando en realidad todos los panistas saben que desde el momento mismo que se nombró a Zavala, el PAN cavó su tumba.
"Con Salvador Vitelli pudimos conservar la Presidencia Municipal de Mérida y no hicieron caso", subrayó el legislador quien se dijo segregado de la campaña de Zavala y de otros municipios. Sin embargo se reiteró panista y expuso que ahora lejos de estarse lamentando es indispensable un "relevo generacional en el PAN, que salga todo ese grupo, empezando por Nava".
"Hay mucha soberbia en la dirigencia estatal y municipal del PAN y de remate en la nacional, por eso se perdió porque conozco de muchos casos de conocidos panistas que prefirieron no votar, eso es lo que no entienden y prefieren culpar al adversario, cuando que al PRI prehistórico ya nos le enfrentamos y le ganamos, la diferencia es que ahora, llegamos divididos y sin participación", reiteró.
Dijo que con honestidad el PAN debe reconocer que la derrota era "bola cantada", porque en el mismo 2007, se prendieron los "focos rojos" del panismo y los meridanos, cuando el hoy alcalde César Bojórquez, apenas si pudo ganar por 1,550 votos a Adolfo Peniche Pérez del PRI y éstos lo reconocieron sin hacer protesta alguna.
Debería existir madurez para entender que si perdimos fue por nosotros mismos no por lo que hizo o dejó de hacer el contrario, precisó el diputado panista quien también fue hecho a un lado de la bancada del PAN en el Congreso del Estado.
Otras voces
Otras voces como el ex alcalde Luis Correa Mena, coinciden en que una actitud digna y honesta del PAN sería reconocer su derrota ante el PRI por la alcaldía de Mérida y ponerse a trabajar. Protestar solamente implica desestabilizar al Estado y alterar los ánimos de la población. "Si se tienen pruebas de fraude, recurrir a los tribunales no a las protestas sin sentido", opinó.
La historia
Una mujer, Ana Rosa Payán Cervera, le arrebató al PRI la alcaldía de Mérida en el año 1990 y en ese entonces, fue un fenómeno en el que los meridanos creyeron firmemente, tal vez tan parecido como ahora ocurrió con la candidata del PRI-PVEM Angélica Araujo Lara, que logró empatía con el electorado porque se le vio menos política y se le observó como bien intencionada en sus propuestas.
Así la historia se reescribe: una mujer le quitó la comuna meridana al PRI y una mujer se lo devuelve- de acuerdo con las tendencias del PREP que parecen confirmar el triunfo irreversible de la priísta.
Las mismas cifras de la elección del 2007 cuando el PAN ganó tan solo por 1,550 votos al PRI, evidenciaban que si los panistas no se ponían a trabajar "en la próxima elección perderían" y eso es finalmente lo que ocurrió señaló Garrido Rojas.
Desgaste político
Al PAN como le pasó el PRI en su momento, "el desgaste de ser gobierno les perjudicó", señalaron varios panistas que incluso aseguraron que entre los mismos trabajadores del Ayuntamiento de Mérida, ya no había mucha simpatía por el PAN.
Mucha gente que jugó con el panista Salvador Vitelli, incluyéndolo a él mismo, acabó por hacerse a un lado cuando se nominó a Beatriz Zavala y como éste muchos casos que acabaron por minar al PAN.
Por eso, consideraron los propios panistas críticos, antes que "buscar culpables, que son ellos mismos, deberían tener dignidad, renunciar y dejar que el PAN se refunde para que puedan regresar los triunfos...si insisten en seguir Patricio, Magaly, Beatriz, Benito y compañía, acumularán puras derrotas, auguró Garrido Rojas, el mismo que meses atrás, pronosticó que Acción Nacional iba directo a la derrota en Mérida. (Publicado en La Revista Peninsular por Yazmín Rodríguez Galaz)
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