La Zona Oriente se enorgullece de ser sede de una de las colonias con más abolengo en la ciudad: Chuminópolis.
Su historia comienza hace 95 años, en 1904, y, según datos recabados en el libro "Mérida en los años 20", de Francisco Montejo Baqueiro, la comunidad se fue integrando como zona residencial en varias hectáreas de terrenos propiedad del Sr. José Domingo Sosa.
La palabra "Chuminópolis" la forman, según tradición local, las voces: "chum¡n", sobrenombre de los Domingos, y la ra¡z griega "polis", que significa ciudad.
El Sr. José Domingo Sosa, además de ser rico hacendado, fue un distinguido ciudadano y funcionario público. Gracias a su iniciativa se fundó el Velómetro de Chuminópolis en 1900, en terrenos de la finca rústica San Pedro Chuncuaxim, donde actualmente se encuentra la Casa de la Cristiandad.
También construyó una capilla en la calle 17 con 16, a pocos metros de lo que hoy es el parque "Juan Crisóstomo Cano y Cano". Esa capilla, de la que nadie recuerda su nombre existió hasta 1944.
"LA CIUDAD DE DOMINGO"
En la rica historia de la colonia abundan las anécdotas y las tradiciones, como la presencia de un grupo de inmigrantes chinos que se encargaban de embellecer la otrora propiedad del Sr. Sosa.
La tienda de abarrotes más antigua de la "ciudad de Domingo" es el "Relámpago", tendejón ubicado en la calle 34 con 57, que fundó el Sr. Juan López Pérez en 1909.
En la calle 32, entre 57-A y 59, en un predio ya desaparecido, existió famosa "gallera" que atend¡a el Sr. Domingo Cazola, donde se reun¡an todos los vecinos para divertirse y probar suerte con las peleas de gallos.
Chuminópolis se distingue porque en sus calles se levantan edificios de la época porfiriana. Una de las muestras más representativas de ese estilo arquitectónico es la quinta "El Olvido", propiedad del Sr. Jorge Trava Quintero.
Anexa a la hermosa construcción se encuentra la majestuosa capilla gótica de Nuestra Señora del Carmen, que luce imponente a pesar de los estragos del tiempo.
Entre las casas que más llaman la atención en esta colonia, está una casa marcada con el número 94. Según su actual propietario, tiene más de 120 años de antigüedad y se construyó antes de que se fundara la colonia.
Se considera el predio más antiguo de la zona, incluso más que la quinta El Olvido, que se edificó a fines del siglo XIX. La vivienda es de tipo europeo y la diseñaron arquitectos del Viejo Continente; al frente se observan seis columnas de estilo dórico -que se caracteriza por la ausencia de adornos- y durante muchos años lució varios murales, pero con el paso del tiempo desaparecieron.
La casa, que ya ha comenzado a resentir los estragos del tiempo, tiene nueve cuartos, un comedor, dos baños y, en algunas habitaciones, los techos aún lucen frescos muy antiguos; también tiene escaleras de madera en espiral que conducen a la azotea, que tiene piso de mosaico, cuenta con patio de grandes dimensiones, donde hay numerosos árboles frutales.
A sólo 100 metros de distancia, se ubica el predio marcado con el número 98, que tiene casi 100 años de antigüedad, y es de tipo francés. Tiene tres recámaras, dos baños y sus techos tienen cinco metros de altura.
La vivienda conserva la reja original, el garage, las lámparas de estilo colonial y las puertas talladas.
Otra antigua vivienda es la marcada con el número 485 de la calle 40-A, entre 38 y 40, a espaldas del Chembech, que tiene también larga historia. Se construyó hace 85 años, esta casa es de tipo colonial, con techos altos y cornisas que decoran el frente. Tiene cuatro recámaras, un comedor, dos baños, una estancia y pisos de mosaico.
Otra vivienda antigua en la zona, marcada con el No. 490-A de la calle 40-A con 38, tiene 73 años de antigüedad, es de tipo colonial combinado con estilo moderno; tiene tres recámaras, un baño y patios amplios. En el interior tiene una escalera de piedra, muebles antiguos, cornisas y, en la parte superior, alberga al Instituto Mexicano de Artes.
A escasos 50 metros, sobre la calle 53, entre 38 y 36, se ubica otra vivienda antigua, marcada con el número 438-C, La casa tiene 80 años de antigüedad y en la pared del frente tiene una placa con el nombre de Domingo Sosa, fundador de la colonia Chuminópolis.
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Diario de Yucatán/adaptación:
Cityview