Escultura pétrea de imponentes dimensiones que se yergue en la tercera glorieta del Paseo de Montejo ubicada hacia el norte de la vía, el monumento, a saber, es el único que se ha construido en el país, y en cuyos esculpidos muros se representa y cuenta gráficamente, parte importante de la historia de la nación mexicana.
Concebida por las expertas manos del artista colombiano Rómulo Rozo Peña, el diseño brotó de la imaginación de los arquitectos yucatecos, padre e hijo, Manuel y Max Amábilis, los mismo que también proyectaron el conjunto arquitectónico del parque de Las Américas, inaugurado oficialmente el 15 de septiembre de 1945.
Ejemplo significativo del art-decó neoindigenista, el Monumento a la Patria fue diseñado por los Amábilis en 1944, para que se construyera en una glorieta ubicada al poniente de la ciudad, empero se construyó y la concluyó años más tarde, en 1956, el artista colombiano Rozo, en la glorieta donde, en la década de los años cincuenta terminaba el Paseo de Montejo. Once años tardó en levantarse el monumento, asuspiciado por la administración gubernamental del Sr. Ernesto Novelo Torres que encabezó la apertura de los trabajos el 7 de marzo de 1945.
Al Lic. Adolfo Ruiz Cortines, entonces presidente de México, le correspondió el honor de inaugurar la magna escultura, el 23 de abril de 1956 (Irigoyen, 1977:41).
La obra escultórica tuvo su orgien en un concurso convocado por la Universidad de Yucatán, para la realización de un monumento dedicado a la bandera, sin embargo, al parecer, el proyecto se transformó posteriormente en lo que ahora conocemos.
Concebida por las expertas manos del artista colombiano Rómulo Rozo Peña, el diseño brotó de la imaginación de los arquitectos yucatecos, padre e hijo, Manuel y Max Amábilis, los mismo que también proyectaron el conjunto arquitectónico del parque de Las Américas, inaugurado oficialmente el 15 de septiembre de 1945.
Ejemplo significativo del art-decó neoindigenista, el Monumento a la Patria fue diseñado por los Amábilis en 1944, para que se construyera en una glorieta ubicada al poniente de la ciudad, empero se construyó y la concluyó años más tarde, en 1956, el artista colombiano Rozo, en la glorieta donde, en la década de los años cincuenta terminaba el Paseo de Montejo. Once años tardó en levantarse el monumento, asuspiciado por la administración gubernamental del Sr. Ernesto Novelo Torres que encabezó la apertura de los trabajos el 7 de marzo de 1945.
Al Lic. Adolfo Ruiz Cortines, entonces presidente de México, le correspondió el honor de inaugurar la magna escultura, el 23 de abril de 1956 (Irigoyen, 1977:41).
La obra escultórica tuvo su orgien en un concurso convocado por la Universidad de Yucatán, para la realización de un monumento dedicado a la bandera, sin embargo, al parecer, el proyecto se transformó posteriormente en lo que ahora conocemos.
Once años tardó en levantarse el monumento, asuspiciado por la administración gubernamental del Sr. Ernesto Novelo Torres que encabezó la apertura de los trabajos el 7 de marzo de 1945.
Al Lic. Adolfo Ruiz Cortines, entonces presidente de México, le correspondió el honor de inaugurar la magna escultura, el 23 de abril de 1956 (Irigoyen, 1977:41).
"Fue la sensibilidad escultórica de Enrique Gottdiener la que más tarde sugeriría el término de Monumento a la Patria" (Tello Solís, Op. Cot: 96).
Los proyectos inscritos para tan importante certamen fueron los de los arquitectos Amábilis, del artista Ángel Cervera y de la dupla del Arqto. Carlos Castillo Montes de Oca y el escultor Gottdiener Soto.
Según los resultados del jurado, que presidió el Ing. Nanuel Sobrino, los ganadores del concurso fueron Castillo Montes de Oca y Gottdiener Soto, quienes recibieron como premio $6,000.
La glorieta ubicada al poniente de la ciudad, donde convergen actualmente el Circuito Colonias y las avenidad Itzaes y Colón fue el sitio originalmente elegido para levantar el proyecto ganador, sin embargo por razones desconocidas no se llevó al cabo, y en cambio se realizó la obra de Rozo. Hoy en ese sitio se yergue un monumento dedicado al padre de la Patria, Miguel Hidalgo y Costilla.
La mole pétrea es un gran hemiciclo tallado con un diámetro externo total de 40 metros, que posee dos fachadas. La principal, hacia el sur y la de características precolombinas mayas, que se yergue en el sentido cardinal opuesto, con un círculo que recrea un espejo de agua, que según el proyecto simboliza el lago de Texcoco.
También se aprecia en la sección del norte, el escudo nacional y 31 columnas en piedra labrada que repsentan cada una de las entidades con su escudo correspondiente que, en aquél tiempo, integraban al país.
En la fachada principal, destaca, en el centro, una figura femenina que enaltece a la mujer mestiza, ataviada con vestimentas de tendencia prehispánica maya, la cual sostiene entre sus manos un portaestandarte, del cual se iz el pendón tricolor nacional.
Otro de los detalles que destacan en el complejo escultórico es una vivienda típica maya, en cuyo interior arde perennemente la lámpara cóncava, y una ceiba, árbol sagrado de los antiguos pobladores de la Península.
Héroes nacionales, protagonistas de los momentos más trascendente de la historia mexicana tiene un espacio especial en el Monumento a la Patria, desde los que lucharon por la libertad, en los lejanos tiempos de la Independencia y República hasta los que ofrendaron sus vidas en la Revolución social de 1910.
Al Lic. Adolfo Ruiz Cortines, entonces presidente de México, le correspondió el honor de inaugurar la magna escultura, el 23 de abril de 1956 (Irigoyen, 1977:41).
"Fue la sensibilidad escultórica de Enrique Gottdiener la que más tarde sugeriría el término de Monumento a la Patria" (Tello Solís, Op. Cot: 96).
Los proyectos inscritos para tan importante certamen fueron los de los arquitectos Amábilis, del artista Ángel Cervera y de la dupla del Arqto. Carlos Castillo Montes de Oca y el escultor Gottdiener Soto.
Según los resultados del jurado, que presidió el Ing. Nanuel Sobrino, los ganadores del concurso fueron Castillo Montes de Oca y Gottdiener Soto, quienes recibieron como premio $6,000.
La glorieta ubicada al poniente de la ciudad, donde convergen actualmente el Circuito Colonias y las avenidad Itzaes y Colón fue el sitio originalmente elegido para levantar el proyecto ganador, sin embargo por razones desconocidas no se llevó al cabo, y en cambio se realizó la obra de Rozo. Hoy en ese sitio se yergue un monumento dedicado al padre de la Patria, Miguel Hidalgo y Costilla.
La mole pétrea es un gran hemiciclo tallado con un diámetro externo total de 40 metros, que posee dos fachadas. La principal, hacia el sur y la de características precolombinas mayas, que se yergue en el sentido cardinal opuesto, con un círculo que recrea un espejo de agua, que según el proyecto simboliza el lago de Texcoco.
También se aprecia en la sección del norte, el escudo nacional y 31 columnas en piedra labrada que repsentan cada una de las entidades con su escudo correspondiente que, en aquél tiempo, integraban al país.
En la fachada principal, destaca, en el centro, una figura femenina que enaltece a la mujer mestiza, ataviada con vestimentas de tendencia prehispánica maya, la cual sostiene entre sus manos un portaestandarte, del cual se iz el pendón tricolor nacional.
Otro de los detalles que destacan en el complejo escultórico es una vivienda típica maya, en cuyo interior arde perennemente la lámpara cóncava, y una ceiba, árbol sagrado de los antiguos pobladores de la Península.
Héroes nacionales, protagonistas de los momentos más trascendente de la historia mexicana tiene un espacio especial en el Monumento a la Patria, desde los que lucharon por la libertad, en los lejanos tiempos de la Independencia y República hasta los que ofrendaron sus vidas en la Revolución social de 1910.
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